domingo, 9 de marzo de 2014

El cuento del tío en versión moderna

Hace unos días, repasando los foros de discusión donde participo me encontré con un artista que alertaba sobre una supuesta compradora que años atrás lo había estafado.

Al parecer, el timo en el mundo artístico no es algo ni extraño ni reciente.
En la misma discusión empezaron a aparecer y repetirse nombres de personas que, al parecer, llevan años viviendo del cuento del tío en versión moderna (!!!!!).

La táctica es muy fácil: un supuesto cliente se pone en contacto vía mail y muestra excesivo entusiasmo por adquirir una obra artística (llámese ilustración, pintura, etc.).
A la hora de pagar manda un cheque por el doble de la cantidad acordada, y al ser advertido por el artista, pide que se le deposite la diferencia en una cuenta bancaria.
Por supuesto, el cheque resulta ser falso, y el estafador se queda con dinero y obra (debe haber otras variaciones de este modus operandi, pero básicamente funciona así.)

La parte más triste, en realidad, es que como a los artistas nos cuesta tantísimo comercializar nuestro trabajo, caemos -muy ingenuamente- presos de nuestra propia ilusión.

Así que les copio las recomendaciones que salían en el foro:

1- Desconfiar de negocios que parezcan excesivamente buenos para ser ciertos!

2- Googlear los nombres de la persona de contacto. Es cierto que pueden ser pseudónimos o que estos estafadores pueden cambiarse de nombre o cuenta, pero por lo visto no lo hacen con tanta frecuencia!!!

Hay algunas webs, como Stop Art Scams, que se dedican a recopilar información sobre estafas (y que tienen un buscador de nombres).
Nunca está de más revisarlas, en caso de dudas.

3- Cuando recibas un mail que te haga desconfiar, dile al supuesto cliente que sólo aceptas pagos por PayPal. Si es una estafa, generalmente nunca te responderán.




Los Profesionales, de Varlotta y Lizán

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